Transmetropolitan Nº 08 (de 10)

Spider Jerusalem sale a la caza de su último gran reportaje, y su olfato periodístico –propio de un veterano curtido en mil batallas– le conducirá adonde sea necesario. Como objetivo final, reunir las piezas de un escándalo mayúsculo que involucre al máximo mandatario del país. Porque todo se reduce a un enfrentamiento épico entre un periodista semilunático al que apenas toleran sus propias asistentes y el Presidente de los Estados Unidos de América. El primero sufre una enfermedad cerebral degenerativa, y el segundo es un psicótico bastardo. Y tan solo uno de ellos saldrá indemne de una contienda que hará historia.

Warren Ellis (Planetary) y Darick Robertson (The Boys) ponen punto y final a su más memorable creación en el presente volumen, que recopila los números del 49 al 60 de Transmetropolitan. Broche de oro a una inimitable combinación de sátira política y ciencia ficción que conserva toda su vigencia y afilado ingenio.

En su empeño por derribar al Presidente Callahan, Spider Jerusalem inicia un viaje devastador por las zonas más sórdidas de la ciudad, enfrentándose a la miseria, la demencia y la desolación. Y es que la metrópolis vive un momento complicado debido a la sucesión de infortunios: el Departamento de Policía está de baja por enfermedad, un francotirador se pasea por los tejados y una tormenta de proporciones bíblicas amenaza con destruir los archivos audiovisuales. La audacia y la tenacidad del periodista estrella de La Palabra serán claves para intentar descubrir el nexo oculto tras esta cadena de desgracias.

La cuestionable actitud del departamento de policía durante la investigación de un asesinato levanta las sospechas de Spider Jersusalem, quien sufrirá las consecuencias de la corrupción imperante en la ciudad. Por si ello fuera poco, el senador Callahan ha alcanzado la presidencia de los Estados Unidos y el primer gran objetivo del recién estrenado mandato es destruir al columnista estrella de La Palabra, empleando para ello todo el poder que ostenta. Pero el Presidente se topará con un periodista afilado, psicótico y completamente desprovisto de escrúpulos que se guarda un as en la manga en forma de escandaloso reportaje...

Se avecina año electoral y la campaña se presenta muy reñida. La ciudadanía debe escoger entre los dos grandes males: el ultraconservador Bob Heller, cuya fotografía ilustra el término “fascista” en el diccionario, y el sonriente Senador Callahan, un lobo con piel de cordero. Ante semejantes candidatos, Spider Jerusalem se lanza a cubrir la campaña con la acidez, la locura y la falta de escrúpulos que lo caracterizan, realizando dos entrevistas disparatadas que exponen las ambiciones y las miserias de dos auténticos depredadores de la política. En estas circunstancias, no existe un mal menor. ¿O tal vez sí y Spider aún no lo ha descubierto?

Transcurridos cinco años desde que inició su autoimpuesto retiro en las montañas, el periodista Spider Jerusalem se ve obligado a regresar a la Ciudad para cumplir el contrato firmado con la editorial Driven Press. Según los términos del acuerdo por el que recibió un suculento adelanto —del cual apenas conserva el recuerdo—, debe escribir dos libros más. Sin blanca y privado de acceso a los feeds de noticias, para poder documentarse decide retomar el ejercicio del periodismo en el diario La Palabra. Armando con un ordenador portátil y un lenguaje corrosivo, se convierte en el azote de los poderosos, denunciando los abusos y las mentiras de líderes reliogiosos, presentadores televisivos… e incluso del presidente de la nación.