Perfect World Nº 08 (de 12)

“Abriremos una nueva puerta para formar una familia.”

Tras superar todo tipo de dificultades, Itsuki y Tsugumi han adoptado al pequeño Kôki. Ha pasado un tiempo y, a pesar de algunos problemas, los vínculos familiares se van reforzando. Y ahora se acerca el momento de anunciarle la verdad, algo que deben hacer a toda costa. ¡Aquí concluye esta historia de amor que afronta la discapacidad!

“Ahora todo va bien, tanto en el hogar como en el trabajo. Pero... hay algo muy importante que estamos posponiendo un poco.”

Itsuki y Tsugumi se han casado y han empezado una nueva vida. Disfrutan de la felicidad de estar juntos todos los días, pero, cuando empiezan a ser conscientes del futuro, surge la duda sobre si deberían tener hijos o no. Debido a la gravedad de la discapacidad de Itsuki, al principio ambos vacilan, pero...

“Ahora todo va bien, tanto en el hogar como en el trabajo. Pero... hay algo muy importante que estamos posponiendo un poco.”

Itsuki y Tsugumi se han casado y han empezado una nueva vida. Disfrutan de la felicidad de estar juntos todos los días, pero, cuando empiezan a ser conscientes del futuro, surge la duda sobre si deberían tener hijos o no. Debido a la gravedad de la discapacidad de Itsuki, al principio ambos vacilan, pero...

“Aun ahora, sigo pensando solo en la felicidad de Tsugumi.”

Itsuki y Tsugumi han decidido volver a salir. Al enterarse de su relación, Hirotaka se retira. La escara de Itsuki empeora y lo ingresan de urgencia. Cuando Tsugumi llega a toda prisa al hospital, Aoi percibe la profundidad de la relación de esta con Itsuki y también se retira. Sin embargo, el padre de Tsugumi se opone rotundamente a la relación y no hay modo de convencerle, pero, de pronto, su estado se agrava muchísimo...

¿¡Itsuki no da señales de vida!? ¿¡Qué les deparará el futuro a los cuatro protagonistas tras hacer frente al gran terremoto!?

Tsugumi ha empezado a trabajar con Itsuki en el proyecto. Las obras avanzan sin problemas, pero la mañana de la ceremonia jôtôshiki, se produce un gran terremoto y Tsugumi no logra contactar con él. Para asegurarse de que está bien, le pide ayuda a su amigo Keigo y, a pesar de que las réplicas aún continúan, van juntos a casa de Itsuki. Al llegar, Tsugumi se encuentra con una escena terrible.