Navillera Nº 5 (de 5)

CON LA EDAD ADULTA, SIGUEN LOS PROBLEMAS… PERO DISTINTOS

La familia de Shim Deokchul está ya al corriente del secreto que él se esfuerza por esconder, pero cada día es más que evidente que su presente se tambalea. Mientras Lee Chaerok se esfuerza por mantener la rutina de Deokchul, éste empieza a sentir que recae demasiado peso y responsabilidad sobre sus hombros, y acaba estallando y exigiendo al hombre que deje de una vez el ballet. Ante Deokchul se abren dos posibilidades donde pesa la cruda realidad o la fantasía de seguir luchando por seguir bailando… ¿qué hará?

“QUIERO SER BAILARÍN”

Lee Chaerok está decidido a ayudar a Shim Deokchul a cumplir su sueño de bailar ballet, aunque éste último no las tiene todas consigo después de ver cómo su enfermedad, hasta ahora oculta tras una sonrisa, va siendo más evidente cada día. No obstante, el muchacho no ceja en su empeño y decide ser su compañero de apoyo y amigo. Nuestro protagonista, por su parte, siente que su vida se estanca poco a poco, y el ballet supone una dificultad más…

¿POR QUÉ DECIDISTE HACER BALLET?

Shim Deokchul decide por fin apuntarse a una academia de baile para cumplir un sueño que atesoraba desde pequeño: bailar ballet. Pese a los primeros contratiempos, se ha hecho amigo de Lee Chaerok, un muchacho dispuesto a ser el mejor bailarín para honrar el recuerdo de su madre, y este le enseña las primeras lecciones de este bello arte. No obstante, los prejuicios de su familia y su propia edad no le allanan precisamente el terreno para subir a tan soñado escenario…

Un cartero jubilado al que siempre le ha gustado el ballet decide dejarse de prejuicios y de temor al qué dirán para apuntarse a una academia de baile para, por fin y tras tantos años, aprender a bailar…