Bride Stories Nº 11

SMITH VISITA A LAS GEMELAS Y SE ADENTRA CADA VEZ MÁS EN LA REGIÓN

Smith vuelve sobre sus pasos deteniéndose en el pueblo costero donde viven las gemelas Layla y Leyli, quienes están ansiosas por demostrar que son unas anfitrionas excelentes. Pese a los deliciosos manjares, Smith se enfrenta a una nueva preocupación: todo el mundo habla de lo peligrosa que se ha vuelto la región, y el antropólogo británico se enfrenta a una difícil decisión: ¿dar marcha atrás o arriesgarse a adentrarse más para llegar hasta el pueblo de Amira y Karluk?

Pese a las advertencias de sus amigos, Smith está empeñado en volver sobre sus pasos para, cámara en mano, retratar a las gentes que ha conocido durante sus viajes. El heterogéneo grupo formado por el antropólogo británico, el guía Ali, el guardaespaldas Nikolevksi y Talas, la que será su futura esposa, se adentra cada vez más en Persia…

Karluk, molesto consigo mismo por considerarse todavía un niño, se ha propuesto demostrarle a Amira que va a convertirse en un hombre fuerte y capaz. Para ello, se ha ido a pasar el invierno con el resto de los hombres del poblado para que le enseñen en el arte de la caza y el resto de sus costumbres. Por su parte, Smith, junto a su guía Alí, sigue camino hacia Ankara para encontrarse con Hawking, su amigo de la infancia, sin ser consciente de que la situación entre turcos y rusos es cada vez más tensa…

NO HAY QUE SUBESTIMAR UN CORAZÓN JOVEN CON UN OBJETIVO.

Las negociaciones entre la familia de Priya y la de Umar parece que avanzan, sin prisa pero sin pausa... y eso no hace más que preocupar a la pobre Priya, que tiene que coser todo su ajuar desde cero antes de poder casarse.

Por si eso fuese poco, la joven quiere demostrarle a Umar su aprecio, y eso les hará vivir más de una inesperada aventura...

CUANDO EL CORAZÓN SE PROPONE ALGO, NI LA MÁS CRUENTA DE LAS GUERRAS PODRÁ DETENERLO.

Una de las familias más afectadas por el ataque de Badan y los Hergal es la de Priya, que ve cómo se estancan las negociaciones con la familia de Umar, su posible prometido. Pero no hay que subestimar la tenacidad de la juventud...