No Guns Life Nº 13 (de 13)

Iô Arahabaki se alza en armas contra Honest y su renovado dominio sobre Berühren. Tras descubrir que ha arrastrado a Rinko a su cruzada particular, Jûzô, Tetsurô y Mary se lanzan al ataque para detenerlo: el futuro de la chica y el destino del cerebro auxiliar en paralelo dependen de ello.

Wurzel ha decidido liberar a Suiso Arahabaki ante la insistencia de uno de los miembros de la compañía Berühren, pero esta liberación forma parte de una pensada estrategia. La influencia de esta súpercompañía es tal que llega hasta los pequeños callejones en los que, por cierto, se encuentra Juzo que sigue intentando liberarse de la compañía. Quizás para ello sea necesario matar a Suiso…

Jûzô recibe un encargo muy particular del Departamento de Defensa, un organismo fundado tras una remodelación del ejército: proteger la ciudad de un peligro causado por la herencia negativa de la guerra. Para conseguirlo, Jûzô deberá decidir si utilizar el poder de Twelve…

¡APARECEN TWELVE Y EL CUERPO BIOLÓGICO DEL HERMANO DE MARY!

Tras perder su núcleo GSU, la única esperanza para que Jûzô recupere toda su potencia reside en el Almacén de Armas Letales, un centro de internamiento dispuesto exclusivamente para contener potenciados. En sus más recónditos rincones se encuentra Twelve, una de las Unidades Gun Slave que Jûzô detuvo durante la rebelión, así como el cuerpo biológico del hermano de Mary. En esta ocasión puede que el más terrible enemigo para ambos sea su propio pasado…

Jûzô sale malparado de su enfrentamiento contra Iô Arahabaki, un misterioso individuo que dice ser hermano de Tetsurô. La clave para reconstruir su cuerpo, uno de los secretos mejor guardados del ejército, se encuentra oculta en Wunderbender, el almacén de armas letales al que tan solo los potenciados internados tienen acceso. Mary y Jûzô dan con la manera de acceder a las instalaciones, pero ninguno de los dos imagina lo que los aguarda al final del camino.