The Climber Nº 06 (de 17)

Buntarô, que se encuentra viviendo en la cima del monte Fuji, recibe un mensaje de su jefe, Adachi. Lo que le espera tras bajar es la promesa de un trabajo estable relacionado con la montaña. Buntarô, esperanzado, regresa a su piso. Sin embargo, la realidad se cierne sobre él.

¡¿Quién es ese conocido que aparece ante Buntarô?!

Un alud engulle al grupo en el monte Eboshi durante su travesía por los Alpes del Norte y Buntarô debe afrontar la terrible muerte de sus compañeros. Tras superar la acuciante soledad, decidido a seguir escalando, continúa con la travesía. Cuatro años después, parece estar viviendo en la cima del monte Fuji...

La noticia del accidente en los Alpes del Norte se extiende por toda la sociedad. Buntarô consigue volver a la civilización y le explica a la policía lo acontecido en la montaña: durante la fase final de la travesía, el grupo se ve involucrado en un alud en el monte Eboshi, Buntarô rescata a Niimi y ambos, aislados por completo, se ven obligados a refugiarse. ¿Qué sucedió durante la eternidad en la que se enfrentaron a la muerte y lucharon por sobrevivir?

Por favor, no me abandonéis...

El grupo inicia la travesía por los Alpes del Norte y Buntarô está decidido a conquistar su punto débil: las relaciones humanas. Por desgracia, el capitán Ninomiya lo elogia cuando se reúne con el equipo en el monte Shirouma y, a causa de ello, se gana la animadversión del resto del equipo. Así pues, acaba teniendo que enfrentarse a los Picos Kaerazu, la parte más complicada de la travesía, mientras sufre la inquina y el rencor de sus compañeros.

Buntarô Mori lleva una vida solitaria, dedicada a la montaña. Sin embargo, el encuentro con Yumi, su antigua compañera de clase, aumenta las dudas que le acechan por dentro. Poco después, decide volcarse por completo en la escalada y se une a la expedición que subirá la cara este del K2. No obstante, descubre que su grupo se rige por la típica jerarquía cimentada en la antigüedad a la que nunca ha logrado acostumbrarse. Al final, los montañistas elegidos inician su escalada invernal sin haber conseguido compenetrarse.