InuYasha Nº 10 (de 30)

Siguen las aventuras de Inuyasha, Kagome y compañía mientras intentan recuperar los fragmentos de la Joya de las Cuatro Almas. Naraku continúa poniendo las cosas difíciles a nuestros protagonistas y las batallas contra sus esbirros son cada vez más intensas y complicadas. Además, nuevas revelaciones sobre el pasado de Inuyasha y Sesshomaru surgen, mientras que Sango y Miroku se enfrentan a sus propios desafíos personales.

Kagome vuelve a su mundo y confía en poder descansar y recuperar el tiempo perdido en su época, pero los problemas no tardan en llegar y tiene que volver con Inuyasha y los demás. Naraku sigue haciendo de las suyas y el grupo de Inuyasha se esfuerza en encontrar cualquier pista que les sirva para descubrir el paradero del malvado demonio. Mientras, se escuchan rumores de un brutal grupo de mercenarios... ¡El grupo de los siete hace su aparición!

Kagome, InuYasha y sus amigos se enfrentan a Naraku una vez más, pero esta vez descubren su nuevo y malévolo plan que involucra una versión oscura de InuYasha. Mientras luchan contra este enemigo formidable, se revelan más detalles sobre el pasado de Kikyo y su conexión con Naraku, complicando aún más los sentimientos de InuYasha.

La sangre demoníaca heredada de su padre se ha apoderado de Inuyasha, quien corre el riesgo de convertirse para siempre en un demonio sediento de sangre. Sesshomaru de alguna manera logra arreglar la situación y hacer que su odiado medio-hermano vuelva a la normalidad, pero Inuyasha se queda con una terrible duda... ¿y si, en las garras de la furia ciega de esos momentos, Kagome fuera asesinada? El medio-demonio decide pedirle consejo a Totosai...

El grupo de Inuyasha está en problemas. Se enfrentan a Kanna y Kagura, las fieles seguidoras de Naraku, que siguen utilizando a Koharu, el hermano de Sango, como arma. Naraku hace también su aparición para regodearse del fracaso de Inuyasha, que está herido de gravedad. ¿Conseguirán nuestros héroes sobreponerse en esta difícil situación?