Keroro Nº 28

La conquista de Pokopén cada día está más complicada (tampoco es que la tropa del sargento Keroro se esté esforzando a tope, cada uno está a sus cosas). Pero tras la creación del arma definitiva, la Keroron Ball, parecía que iban bien encaminados, pero por un imprevisto se divide en siete bolas que se esparcen…

Poco se imaginaba la plana mayor del planeta Kerón que su tropa de élite iba a tener tantos problemas para conquistar Pokopén. Claro que, para ser sinceros, si se centraran un poco más en lo que es la conquista y menos en la cultura popular terrestre, otro gallo les cantaría...

La avanzadilla invasora del planeta Kerón las está pasando canutas en la Tierra, imaginaban que conquistar Pokopén iba a ser coser y cantar, pero las cosas no han salido como esperaban: la familia Hinata ha resultado ser dura de roer y por lo pronto han tenido que aplazar sus ansias invasoras. ¡Suerte que la Tierra está llena de actividades divertidas para ir pasando el rato!

Pese a sus planes de grandeza cuando llegó a Pokopén, al pobre sargento Keroro se le ha torcido la invasión de mala manera. También hay que decir que, si empleara la mitad del tiempo que emplea en montar maquetas en invadir, otro gallo les cantaría…

La invasión va lenta, tan lenta que a Keroro le sale un doble dispuesto a suplantarle y cumplir su misión… aunque el usurpador no lo tendrá tan fácil como esperaba. Sea como sea, ¡la invasión parece inminente! Aunque claro, hay cosas como las vacaciones que son sagradas y se respetan sí o sí…