Witch Watch Nº 13

Miharu y Jekyll están charlando de sus cosas (la absorción de energía) en un lugar por el que pasa casualmente una chica llamada Fran. Se presenta como científica... ¡¿y esconde un secreto delirante?!

Por su parte, a Nico vuelven a pedirle ayuda por un asunto amoroso y trata de comprobar una vez más qué es lo que siente Morihito. Ni ella ni él saben que el demonio es presa de una maldición, pero con la intervención de todo el grupo, ¡¿empiezan a manifestarse indicios de un cambio en su relación...?!

Con el fin de prepararse para el día del desastre, Morihito está poniendo más empeño que nunca en su entrenamiento, ¡y ante él se presentan “los maestros”! Cuando Kanshi hace malabares para compaginar su trabajo en dos ceremonias que se celebran al mismo tiempo, ¡se van sucediendo una serie de milagros insospechados! Además, la sustituta de la tutora del grupo protagonista en el Instituto Asunaro es... ¡¿Himeko?!

¡Preparaos para recordar viejos tiempos con un cameo del trío protagonista de SKET DANCE!

Un día, sin previo aviso, aparece una rotunda mujer: ¡la bruja Momochi! Acaba de mudarse a la casa de enfrente para cuidar de Nico. En ausencia del anfitrión (Morihito), ¡¿el caos se adueña de la residencia Otogi?! Una confusión enreda a Jekyll en una situación imprevisible y el influenciable Keigo deja que Morihito lo inicie en la filosofía de los vaqueros. ¡¿Conseguirá Diario de mi artista favorita poner su dôjinshi de Uron Mirage a la venta...?!

Un día, sin previo aviso, aparece una rotunda mujer: ¡la bruja Momochi! Acaba de mudarse a la casa de enfrente para cuidar de Nico. En ausencia del anfitrión (Morihito), ¡¿el caos se adueña de la residencia Otogi?! Una confusión enreda a Jekyll en una situación imprevisible y el influenciable Keigo deja que Morihito lo inicie en la filosofía de los vaqueros. ¡¿Conseguirá Diario de mi artista favorita poner su dôjinshi de Uron Mirage a la venta...?!

En la bulliciosa residencia Otogi, Kanshi se vale de su labia para hacer un comentario sin fundamento... ¡que enseguida corre como la pólvora...! ¡El presidente del Consejo de Estudiantes advierte a Morihito y compañía que no tolerará más altercados! A continuación, ¡a cada chico empieza a estirársele de forma extravagante una parte distinta del cuerpo! ¡Solo hay una posible culpable! ¡Hay que deshacer este embrollo! ¡El grupo improvisa una estrategia in extremis para conseguir llegar a casa y romper el hechizo...!