Finales de 1944, la Segunda Guerra Mundial aún no llegaba a su fin y las fuerzas norteamericanas empezaron una serie de intensos bombardeos contra las ciudades más grandes de Japón como Osaka, donde se llegaron a contar cerca de 10 000 civiles muertos. Tezuka tenía 16 años, él junto a sus compañeros fueron movilizados a Osaka para trabajar en un arsenal del ejército japonés.
En esos años, el dios del manga era constantemente reprendido por sus superiores, pues se la pasaba dibujando cómics en lugar de hacer su trabajo y un día su castigo consistió en subir a la torre de vigilancia para avisar si veía a los bombarderos B-29 de los Estados Unidos. No obstante, cuando empezó la alarma del ataque aéreo, no tuvo tiempo de bajar quedando expuesto en una de las edificaciones más altas de la fábrica. Entonces, una bomba cayó en el techo a dos metros de él y Tezuka cayó gritando de lo alto de la torre, pero logró sobrevivir.
Esta experiencia junto con otras más en esta obra autobiográfica,